A finales de los 80, concretamente en el año 1989 nace en Gijón un grupo de rock que revolucionaría el panorama musical del momento, hablamos de Doctor Explosion. Tres jóvenes asturianos, Jorge, Félix y Álvaro son los integrantes de este grupo de rock tan distintivo, que usaba sonidos más propios de la década de los 70 para introducirlos en los 90 y conseguir que fueran todo un éxito.
Muchos grupos se han formado y consolidado a lo largo de la historia en garajes y épocas de vacaciones como es el verano, en este caso, Doctor Explosion no iba a ser diferente, pues su historia empieza un verano caluroso, todo lo caluroso que puede llegar a ser un verano en Asturias, del año 1989. Ese mes de agosto sería el pistoletazo de salida, pues con tan sólo tres meses de ensayos, el grupo formado por Álvaro Coalla (batería), Félix Domínguez (bajo y voces) y Jorge Muñoz- Cobo (guitarrista y voz), pisarán por primera vez un escenario.
La primera actuación de este grupo no los llevo al éxito mundial como es lógico pensar, pero después de esos primeros debuts, los cuales hay que señalar no fueron los más profesionales, consiguieron captar la atención de una persona realmente importante, la cual vio en ellos el talento y decidió apostar sin miedos, fichándolos para grabar por Subterfuge.
Es justo en ese preciso instante, en el que la suerte de Doctor Explosion cambia radicalmente, con la ayuda de Subterfuge editan varios temas como el famoso y mítico “El loco mundo de los jóvenes”, el cual grabaron en los míticos Toe Rag Studios situados nada más y nada menos que Londres. Este tema consigue alcanzar tal fama y éxito que se convierte en todo un hit del panorama indie, llegando a varios países de Europa, Estados Unidos e incluso a Japón, lo cual provocó que este grupo de asturianos se embarcase en una aventura jamás imaginada por ellos, una gira europea.
Tan sólo un año después de haber empezado y un gira de por medio, vuelven a Londres con el fin de grabar el que sería su segundo disco, conocido como “Aquellos maravillosos 90: Tributo a Doctor Explosion”, en el que incluirían alguno de sus hits más famosos como es “Drácula ye-ye”, canción que fue interpretada inicialmente por el mítico Andrés Pajares.
Algo interesante de este segundo disco es la idea detrás del nombre, pues la referencia de tributo a Doctor Explosion tuvo como origen la moda que estaba saliendo de realizar recopilatorios, duetos, bonus y demás formas de rendir tributo a grupos ya viejos, por lo que los chicos del grupo se imaginaron un futuro en el cual les hicieran ese tributo a ellos, situación que les resultó realmente cómica por lo que no pudieron dejar fuera esa idea en el nuevo disco.
Después de varios años de duro trabajo y tras la grabación de “Viviendo del Cuento”, los integrantes Álvaro y Félix deciden abandonar el grupo y poner fin a una época que ya no aportaba mucho más para ellos, esto hizo que Jorge buscará nuevos compañeros para la banda, siendo los elegidos Juan Martínez y Pablo González, haciendo su aparición con unas faldas de colegiala. Esta nueva estará marcada por el cambio de integrantes en el grupo y por terminar el trabajo con Subterfuge, ya que para ese momento prefería centrar su atención en otras bandas entre las cuales no se encontraba Doctor Explosion.
Con nuevos integrantes y ganas de comerse el mundo, lanzan al mercado su siguiente trabajo discográfico, conocido como “Música grabada, saltos y cánticos”, en el cual se podía apreciar una evolución musical hacia sonidos más maduros, además del disco empezaron a trabajar y participar en varios programas de televisión, creando las sintonías de alguna que otra serie, un claro ejemplo es la canción conocida por todos los españoles de “Maneras de vivir”.
Esta nueva etapa estaría llena de trabajos musicales para Doctor Explosion, llegando a convertirse en todo un clásico de la escena indie en España, estando entre los pocos grupos que consiguieron sobrevivir al golpe que sufrieron las discográficas durante la década de los 90.
Finalmente, dejando de lado el grupo, el integrante Jorge tomó la decisión de abrir un estudio de grabación con estilos vintage en la ciudad que lo vió nacer como estrella, Gijón, todo esto bajo el pseudónimo de Mister Perrotti.
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